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domingo, 14 de febrero de 2016

EL HOYO CIMARRON DESCUBRIENDO EL CENTRO DE LA TIERRA





Un ave se eleva desde el fondo, rompiendo el silencio profundo con el cual la naturaleza misma parece rendir respeto a El Cimarrón. El trinar del diminuto pájaro se intensifica con el eco que se produce en el gigantesco agujero y su vuelo es lento y en círculos, lo cual permite imaginar el remolino del viento en el vacío.
 
Estamos en la boca de El Cimarrón, el agujero de enormes proporciones que se descubre al noroeste del municipio de Nentón, Huehuetenango. El hoyo que parece haber sido hecho por un gigantesco taladro, tiene una forma cilíndrica casi perfecta y en sus paredes muestra roca caliza, la cual también puede encontrarse en piezas de diferentes tamaños en varios metros a la redonda.
 
 
 
 
De acuerdo con los habitantes de Nentón, hasta ahora es casi nula la información científica respecto a esta formación geográfica y las formas de vida que existen en su interior. Pero las preguntas que los expertos en geología no han resuelto, encuentran respuesta en la imaginación y pensamiento supersticioso de los pobladores, quienes han entretejido un sinfín de historias alrededor del misterioso agujero.

La más popular de estas narraciones cuenta que en su huida de la milicia mexicana, los rebeldes comandados por Pancho Villa llegaban hasta la boca de El Cimarrón y lanzaban al fondo mulas cargadas con oro y plata, para no entregar la riqueza a sus enemigos en caso de ser atrapados. El agujero está situado a 15 minutos, en vehículo, de la frontera con México.
 
 
Jesús Rojas, originario del municipio de Jacaltenango, pasó su adolescencia en una localidad cercana a El Cimarrón y recuerda que hace más de 30 años descubrió un campamento de jóvenes que deseaban llegar al fondo. Después de varios intentos fallidos, dice, decidieron hacer uso de un helicóptero con el cual alcanzaron más de la mitad de la distancia y después usaron escaleras.

Don Jesús supo que aquellos exploradores lograron su objetivo de extraer oro y plata del fondo de El Cimarrón, pero que debieron emprender el ascenso de inmediato ya que descubrieron huellas de animales que, creyeron, podían matarlos.

Se dice también que el hoyo, como los pobladores lo llaman, fue hecho por un meteorito que habría sido, además, responsable de la extinción de los dinosaurios.

Las historias y anécdotas agregan interés a este territorio virgen que pocos tienen el privilegio de conocer, pero no superan la experiencia de absorber a través de las pupilas la impresionante y salvaje belleza de El Cimarrón.
 
 
 
 
El Cimarrón se localiza a 35 kilómetros de la cabecera municipal de Nentón. La primera parte del camino dura una hora sobre la carretera de terracería que conduce a la aldea La Trinidad. Ahí es necesario dejar el vehículo a un costado de la carretera e iniciar una caminata de aproximadamente 45 minutos, cuesta arriba. El sendero de acceso permite apreciar el paisaje propio de la región rodeada de montañas, así como escenas de campesinos que trabajan la tierra y animales que pastan apaciblemente.

Si decide aventurarse a conocer este sitio, es conveniente que viaje un día antes y que duerma en Nentón, cuya cabecera municipal está situada a 375 kilómetros de la ciudad capital. Necesita, además, contar con la ayuda de un guía. Puede preguntar por ellos en la cabecera municipal de Nentón o en la aldea La Trinidad. Es aconsejable que una persona se quede para cuidar el vehículo.
 
 
 
 
 
 

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